"Misterio de mapas que no llevan al tesoro ni a epicentros"

Prefijado, pactado, perfectamente estudiado. Un estilo de vida admirable, correcto, ideal. No te salgas de la línea, las curvas son peligrosas. Sigue la corriente, al final del camino hallarás la tan ansiada felicidad, nunca antes. 

Amanece con tu amor

Bendito calor el de mis mejillas cuando tus labios reposan sobre ellas, sensación que ni el día más soleado es capaz de igualar. Ni tan siquiera el gélido invierno roba ese placer... ¡Qué idea tan recurrente pensar que es en ese instante de ensueño, en ese momento de suma calidez, cuando amenece en mi vida!

Inteligencia emocional

Al igual que a veces somos creadores de nuestras propias tormentas, 
 también somos capaces de reunir el coraje para protegernos de su furia e intempestiva.

Pero quizá lo más sensato sea no dejar que llueva, aprender a controlar el arrebato emocional, no hacernos daño a nosotros mismos con un pensamiento que ni siquiera está fundamentado. Se trata de desarrollar la madurez necesaria para sobrellevar lo que nos acontece teniendo en cada momento la sensación adecuada, sin exagerar ni extrapolar, en su justa medida. 

El placer del equilibrio Ψ

Cortina de humo dispersada o idealización?

A grandes rasgos podemos describir el "efecto halo" como un sesgo cognitivo que se manifiesta con la primera impresión que nos formamos de alguien. Es un juicio previo en el que generalizamos el resto de supuestas características que posee la otra persona. Como ejemplo para entender este fenómeno podemos decir que "quienes llevan gafas son intelectuales". 

Usualmente se dice que este sesgo es erróneo, aunque en mi caso ha sido una profecía cumplida. Todo lo que imaginé de ti se fue confirmando a medida que iba pasando el tiempo. Bueno, quizá no esté en lo cierto... has superado con creces todo lo que esperaba de ti. ¿O es eso lo que quiero creer?

Powerful mind ~

Cuando te conocí tus ojos dejaban entrever a alguien con muchas experiencias e ideas, ese tipo de personas que son capaces embaucarlo a uno en una espiral infinita de querer saber más y más. Me bastaron 5 minutos para empezar a sentir un deseo irrefrenable de escucharte toda la noche,  pero pronto me quité esas ganas al darme cuenta de que me llevaría toda una vida indagar sobre cada recóndito de tu mente. Así que me limité a estudiar todo lo que podía verse desde la perspectiva de una completa desconocida, buscando tu mirada de vez en cuando para intentar confirmar mis pensamientos. Desaprovechada la velada, ahora sólo puedo deducir e imaginar todo lo que me falta por saber. Impaciente por una nueva oportunidad para que me regales los oídos con tu ingenio sin temor a que te juzgue por lo que eres, porque seas como seas, eres exactamente lo que quiero. 

Amor egoísta

Quererte de verdad significa hacerlo por encima, incluso, de mis propios sueños.

Implica abandonar un camino que de ti me separa para retomar otro que iniciamos juntos.

Pero no me taches de inocente, no te aproveches, no creas que tienes ventaja o potestad sobre mí. Porque amor de verdad también significa amor egoísta, amor que se sacrifica pero buscando recompensa.

Porque sólo contigo está MI felicidad.

Osadía

Apoyas tu frente contra la mesa mientras experimentas la más profunda sensación de impotencia. Las lágrimas se derraman por tus mejillas, como si huyeran de ti. En tu cabeza sólo existe la presión, tus propios pensamientos intentando salir de ella y destruyendo todo lo que dejan a su paso. Los recuerdos se agolpan unos tras otros, desordenados, creando una falsa imagen de lo que fuiste, buscando una posible explicación de lo que eres. Subes la música, pues en ese instante no es fácil sentirla si no está bien alta. Duele en los oídos, pero da igual, las consecuencias de ello no se harán presentes hasta dentro un par de años, cuando te quedes sordo y no puedas escucharla nunca más. 

Quieres aliviarte ahora, no importa el precio a pagar. Tu corazón rebosa sangre, palpita aceleradamente, tiene que excitar toda tu fisiología, para que te duelan hasta los pelos. Llega esa estrofa, ese maldito conjunto de frases que te hace estremecer, y descaradamente golpeas la mesa. Gritas de rabia, eso sí, en silencio, pues no estás solo. Qué pena que esta última frase sólo pueda ser empleada en este contexto...